martes, mayo 13

DIA DE INSPIRACION

Hay días en que uno se da cuenta de la suerte que tiene, suerte de tener un trabajo, pero no uno cualquiera sino un trabajo que te apasiona, con un equipo del que aprendes cada día, con compañeros que te inspiran a hacerlo cada día un poco mejor, con los que compartir el estres, los mil problemas del día a día, es casi un placer, en una empresa que, con sus carencias y sus áreas de mejora como todas, apuesta por las personas, permite la discusión, que se arriesga al debate y la polémica, que promueve el feedback.. .

Hay días en los que se te hace un poco menos cuesta arriba dedicar tantas horas al trabajo, a desafiarte personalmente para avanzar profesionalmente, fijarte nuevos límites, perderte tantos minutos irrepetibles de la vida de tus hijos; días en los que sientes orgullosa de estar donde estás.

Por suerte, yo he tenido varios de esos, y hoy ha sido, sin duda, uno de ellos. 

Un día dedicado a hablar de conciliación, de talento, de desarrollo, de liderazgo femenino y masculino porque ambos son parte del problema y de la solución, a escuchar ponencias inspiradoras, a abrir debates, a valorar posibilidades, a discutir los avances en esto del equilibrio entre la vida personal (sea con hijos o sin ellos) y la profesional, de compartir los retos a los que nos enfrentamos las mujeres trabajadoras y de evaluar si son más o menos los obstáculos y los sacrificios que hacemos nosotras frente a los que hacen ellos, de entender que nos hace diferentes y en que somos absolutamente iguales, de trabajar para replantearte tus prioridades y tus herramientas para llegar hasta donde quieras, porque solo cada uno podemos y debemos ponernos la meta. El éxito depende de tus valores, de tus prioridades, del momento en el que estés y de tus expectativas.

Trabajar en los tiempos que corren es ya una suerte, hacerlo como lo hago yo es un privilegio y un lujo. Pero es también una necesidad para ser autosuficiente, para regir tu vida, para decidir tu destino, para tener opciones.

Ojalá que el techo de cristal le suene a mi hija a pelicula de Disney porque nunca haya tenido que romperlo, que encontremos nuevas fórmulas para que no viva con la continua sensación de que está decepcionando a sus hijos, que no sienta la presión de tener que hacerlo todo y todo bien, ojalá inventemos técnicas, horarios, costumbres, reglas y herramientas que permitan a nuestros hijos y nietos equilibrar mejor su desarrollo profesional con el disfrute de la vida, de su familia, de sus aficiones, de todo lo que nos hace crecer como personas y que a la vez nos alimenta para seguir aportando como profesionales. De momento, no hemos encontrado la receta pero hoy hemos brindado por seguir buscándola, por poner el tema sobre la mesa, por acercar posturas, por descubrir que estamos dispuestos a sacrificar y que es para cada uno de nosotros el éxito.

La mayor riqueza de las empresas son las personas que las forman. Cuidemos a las personas, desarrollemos los talentos, eduquemos a las nuevas generaciones en la cultura del esfuerzo, del compromiso, de la igualdad, de la responsabilidad y quizá asi todos, empresas y personas, tendremos más éxito. 

Gracias a todos los que me habéis inspirado hoy.



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